Vestuario
El trabajo de concepción y realización del vestuario es una de las etapas fundamentales que permitirá al público implicarse un poco más en la propuesta del ballet y contribuirá a su éxito.
En primer lugar, el diseñador de vestuario intercambia impresiones con el coreógrafo del espectáculo, durante el proceso creativo: cuál es el ambiente, existencia o no de personajes principales, cuál es la historia, sus mensajes o moralejas, cuáles con sus referencias e inspiraciones…. Ya que, con frecuencia, Thierry Malandain realiza un exhaustivo trabajo de investigación documental para definir sus ideas y sus intenciones.
A partir de dicho diálogo entre el coreógrafo y el diseñador de vestuario se diseñarán numerosas maquetas de trajes, decorados y accesorios. Durante varios días, corregirán y pulirán las maquetas hasta quedar satisfechos. Dicho trabajo es muy importante porque será la base de la escenografía del futuro ballet.
A partir de las maquetas validadas por el coreógrafo, las costureras realizarán unos primeros prototipos de trajes, buscando unas telas adecuadas que satisfagan distintas exigencias: materiales que sean, al mismo tiempo, resistentes y flexibles para dar libertad de movimiento a los bailarines; tejidos que permitan distintos efectos: volumen, relieve, fricción… Y un mantenimiento sencillo.
Tras la primera prueba con los bailarines y el visto bueno del coreógrafo, la jefa de vestuario realizará trajes a medida para cada bailarín. Para un solo ballet se suelen confeccionar más de 100 prendas: body, falda, chaleco, pantalón, vestido… Por lo que la realización del vestuario puede suponer cientos de horas de trabajo a cargo de varias costureras.
La costurera jefa, el diseñador de vestuario y el coreógrafo trabajan juntos desde hace más de treinta años: algo que contribuye enormemente a la identidad marcada y única de los ballets de Thierry Malandain.