La
regiduría
La regiduría es el puesto de mando. Tiene varias funciones:
poner en marcha los efectos de las luces;
controlar la difusión de la música;
garantizar el buen transcurso del espectáculo.
Se sitúa a menudo en las alturas y al fondo de la sala, en frente del escenario. A veces, se trata de una cabina aislada y, otras, de una mesa en las gradas. Constantemente presente, acoge a los encargados del sonido e iluminación, y también al responsable técnico. Los regidores allí presentes están en contacto con los otros técnicos durante todo el espectáculo a través de walkie talkies.