Los
bailarines

Para llegar a ser bailarín clásico, se necesitan alrededor de 10 años de formación. La mayoría de los bailarines empiezan muy jóvenes, entre 4 y 8 años, y luego se van de casa para ir a una escuela donde siguen una enseñanza con horarios adaptados, la mitad del tiempo en clase y la otra para estudiar la danza. Una vez conseguido el bachillerato, se presentan en diversas audiciones para intentar incorporarse en alguna compañía. Su carrera se acaba entre los 35 y 40 años, y luego viene el tiempo de la reconversión: profesor, maestro de ballet, coreógrafo o cambio radical de oficio.

El día a día de los bailarines se divide entre la clase, los ensayos, el trabajo creativo, los espectáculos y las giras. En el CCN Malandain Ballet Biarritz, los bailarines están de gira una media de 200 días al año, tanto en Francia como por el mundo.

Cada día de trabajo empieza invariablemente por un calentamiento antes de la clase: una lección de danza clásica de hora y media que empieza con ejercicios en la barra, antes que otros ejercicios evolutivos en el medio, como el adagio, las piruetas, los pequeños saltos y los grandes saltos. El objetivo es preparar al cuerpo para la segunda parte del día que puede ser el ensayo de un ballet del repertorio, la creación de un nuevo ballet o incluso un "pase" del espectáculo antes de una función.

Para ir más allá, leer el artículo de Thierry Malandain: