La creación
de iluminación

La iluminación del escenario se realiza mediante proyectores situados alrededor del cuadro del escenario. Gracias a estas luces, los espectadores pueden ver lo que ocurre en el escenario. Pero, sobre todo, ayudan a crear ambientes, diferentes atmósferas, así como a reflejar emociones. Por ejemplo, una iluminación oscura podría crear tristeza o misterio. Así, la iluminación puede variar en función de las escenas o de la historia de un espectáculo, cuando ésta exista.

Asimismo, en un espectáculo de danza, la forma de iluminar el escenario participa en la estética del ballet, al igual que la música, el vestuario, el atrezo o el decorado. Este trabajo realizado por el iluminador, también llamado creador de iluminación, se denomina "creación de iluminación".

Para diseñar la iluminación, su creador asiste a los ensayos del ballet en curso de creación para impregnarse de éste. Habla con el coreógrafo para reflejar lo mejor posible sus intenciones y elegir el material adecuado, ya que en un mismo espectáculo se utilizan diferentes tipos de proyectores.

De esta forma podrá elaborar un plan de iluminación, la mayoría de las veces con la ayuda de programas informáticos. Posteriormente, los equipos técnicos utilizarán ese plan para el montaje, ajuste y programación de los proyectores a utilizar. Antes de las primeras actuaciones públicas, organizan ensayos con los bailarines en el escenario para que el creador pueda ajustar la iluminación del espectáculo.